
Muchas veces tendemos a pensar que los problemas de los niños no son importantes, puesto que todos los hemos experimentado y salido adelante. Sin embargo, algunos niños no son capaces de manejar estas situaciones, dado que no tienen las estrategias ni la experiencia necesaria para ello. Muchas veces sufren y lo demuestran mediante diversidad de comportamientos, pudiendo beneficiarse enormemente acudiendo a terapia infantil.
¿Por qué los niños no hablan de lo que les preocupa?
Muchas veces ni siquiera el propio niño es plenamente consciente de su problema; simplemente se siente mal y se comporta consecuentemente. A veces los padres no están preparados para afrontar los problemas de sus hijos; y éstos no sienten que sus progenitores les vayan a entender.
El psicólogo va a crear un ambiente en el que sea capaz de expresarse con libertad y en el que busquen soluciones de forma conjunta (con el niño, su familia y el colegio).