El consumo de drogas entre los y las adolescentes y los y las jóvenes se ha disparado en los últimos años, siendo la edad de inicio los 12-13 años. Este consumo varía desde el uso esporádico hasta el Trastorno por Consumo de Sustancias. Las consecuencias y los riesgos del consumo de drogas, independientemente del tipo de uso, ponen en riesgo al adolescente. Este riesgo puede traducirse en;  sobredosis, accidentes automovilísticos, comportamientos violentos, relaciones sexuales de riesgo, trastornos de salud mental,…

Las drogas consumidas con mayor frecuencia entre jóvenes y adolescentes siguen siendo el alcohol (70,5%) y el tabaco (30,7%), seguidas de cannabis (22,2%) y los hipnosedantes sin receta (7,2%).

Las series y las películas son a veces retratos de la sociedad e incorporan valores y creencias sobre el consumo, algo que coincide con el momento en el que los y las adolescentes están en una etapa muy susceptible de influencia. Estos modelos identitarios hacen de instrumento de educación informal. Por ejemplo, las series como Merlí, Las del hockey, Ephoria, Hit o Élite incorporan el consumo en entornos sociales o como medio para hacer frente a sus problemas, normalizando así el consumo entre jóvenes.

Este consumo extendido y normalizado que existe, tanto en la ficción como en la sociedad en la que vivimos, hace que los adolescentes relacionen el consumo con la socialización y diversión, lo que provoca que tengan una baja percepción de riesgo del consumo de drogas.

Podríamos entonces hablar de tres tipos de dependencia. Dependencia física (necesidad del organismo), dependencia psicológica (deseo irresistible para obtener los efectos placenteros y evitar el malestar; craving) y la dependencia social (necesidad de consumo por la pertenencia a un grupo que proporciona identidad personal).

También son tres los tipos de drogas si los clasificamos por los efectos que provocan en nuestro Sistema Nervioso Central (SNC): drogas depresoras (duermen nuestro SNC), estimulantes (aumentan la actividad cerebral) y alucinógenas (alteración de los sentidos y la percepción).

¿POR QUÉ LLEGA A CONSUMIR UN ADOLESCENTE?

Para poder entender las razones del consumo de los jóvenes y adolescentes, además de la sensación de placer que puede provocar la droga, tenemos que tener en cuenta diferentes variables. Las llamaremos factores de riesgo, y estos factores puede acercarnos al uso, al abuso e incluso a la dependencia de la droga. Existen distintos tipos de factores de riesgo:

Familiares:

  • Antecedentes familiares de abuso de sustancias
  • Actitudes familiares favorables a las drogas
  • Falta de vigilancia de los progenitores
  • Apego familiar no seguro

Sociales/ Grupo de iguales:

  • Disponibilidad de la sustancia
  • Rechazo social
  • Amigos consumidores
  • Consumo para sentirse parte de un grupo
  • Pobreza
  • Poca implicación social y comunitaria
  • Presión social

Escolares:

  • Fracaso académico
  • Poca implicación académica

Individuales:

  • Poca conciencia de riesgo
  • Falta de habilidades sociales
  • Escaso auto-control
  • Comportamiento impulsivo o riesgoso
  • Conducta antisocial
  • Poco desarrollo moral y conciencia del bien y del mal
  • Baja autoestima
  • Una afección mental o de comportamiento, como depresión, estrés, ansiedad o trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH)
  • Antecedente de eventos traumáticos, como haber tenido un accidente automovilístico o haber sido víctima de abuso
  • Búsqueda de sensaciones, para buscar nuevas experiencias y asumir riesgos.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITAR UN CONSUMO DURANTE LA ADOLESCENCIA?

En resumen, para poder ayudar a los y las jóvenes y adolescentes, debemos atender a todas las variables que ponen en riesgo de consumo a una persona e intervenir con factores de protección que se contrapongan a lo mencionado. Por ejemplo, desarrollo de las habilidades sociales, ayuda a la conciencia de riesgo, tiempo libre saludable, trabajar el auto-control,…

En caso de que exista un consumo problemático, es importante ayudar a la persona a que sea consciente de ello y pedir ayuda profesional.