En primer lugar, hay que tener en cuenta que tanto preocuparse en exceso como no preocuparse en absoluto, ambos extremos, son perjudiciales. En este sentido, es recomendable observar el comportamiento de la persona y ver si se han dado cambios significativos en su estilo de vida.

Un rasgo de personalidad que suele ser común en las personas que sufren de anorexia es la constancia. En concreto, son personas que por lo general tienen mucha fuerza de voluntad y mucha disciplina, y por tanto, son capaces de cumplir todo aquello que se proponen. Sin embargo, sólo este rasgo no es suficiente para confirmar ningún trastorno alimentario. Es más, ser constante en la vida es una característica muy positiva. No obstante, este rasgo de personalidad unido a otras características, sí nos informan sobre la existencia de una posible anorexia.

A continuación, y de forma resumida, destacamos los 6 comportamientos más típicos:

1. Oculta que exista ningún problema

Cuando una persona sufre de anorexia, uno de los primeros indicios es que no reconoce que tiene un problema con la alimentación y trata de justificar su comportamiento, en ocasiones a base de mentiras.

2. Evita la comida y situaciones sociales relacionadas con comer

Puede evitar estas situaciones verbalizando “tengo mucho que estudiar, luego como”, “ahora me duele la tripa”, etc. Este hecho conllevará que poco a poco se aísle más.

3. Manipula la comida y come muy despacio

De esta forma, una persona con posible anorexia tenderá a repartir la comida en el plato, haciendo con ella cachos pequeños para que parezcan sobras. También añadirá siempre que pueda agua a sus platos, desmigará el pan en exceso para evitar comérselo, y tardará en comer en exceso, masticando muy despacio.

4. Mayor control del número de calorías ingeridas

Una persona con un trastorno alimentario empezará a ser realmente una experta en contar calorías, en dietas, trucos para adelgazar, etc. Estos nuevos conocimientos los podrá utilizar acompañando a sus familiares a hacer la compra y/o elaborando la lista de la compra, así como incluso cocinando nuevos platos de dieta.

5. Pérdida de peso

Este es uno de los indicios más comunes, y cobra especial relevancia cuando la persona que pierde peso no se conforma y sigue adelgazando a pesar de encontrarse ya en su peso ideal. En esta línea, se empiezan a obsesionar con la báscula, llegándose a pesar en numerosas ocasiones a lo largo del día.

6. Adicción al deporte

Otro indicio clave es la cantidad de horas que pasan haciendo deporte, a veces incluso llegando a dedicar entre 8-10 horas al día.

 

Aunque existen otros comportamientos que nos hacen prestar atención a que pueda existir un problema, en principio si observáis en personas de vuestro entorno estas conductas, es aconsejable pedir ayuda y actuar cuanto antes.

 

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