Padre y madre con un hijo de 10 años.

Queja y motivo de consulta: El niño ha sido evaluado recientemente en un centro médico. Tras la administración de unos cuestionarios a sus padres y una entrevista breve de 30 minutos con el niño, el equipo sanitario le ha diagnosticado Déficit de Atención sin hiperactividad. Los padres deciden acudir a nuestro centro para tener una segunda opinión del diagnóstico puesto que no están seguros de que ese sea el verdadero problema de su hijo y, sobre todo, porque no están conformes con el procedimiento de evaluación realizado para tal diagnóstico.

Presentación del caso: Acuden a consulta los padres de Mikel con el fin de realizar una evaluación completa y en profundidad a su hijo. En este primera entrevista, indican el diagnóstico que se le ha realizado al niño, así como el procedimiento. Además, también ofrecen información sobre algunas conductas de su hijo que les preocupan. En concreto, el profesorado siempre se queja de que el niño no “está a lo que tiene que estar” en clase. Con bastante frecuencia desconecta de las explicaciones y se le ve absorto en sus pensamientos.

Por otro lado,  en casa también le cuesta centrarse en sus actividades escolares, sobre todo en aquellas que implican la lectura y expresión escrita. Por ello, se inicia con Mikel una evaluación completa en la que se evalúa la capacidad intelectual, la atención con distintas pruebas baremadas, la comprensión lectora y la expresión escrita en ambos idiomas, la ansiedad y la autoestima.

Los resultados reflejan que a nivel objetivo y en comparación con niños de su misma edad, Mikel tiene una capacidad atencional adecuada. Sin embargo, su comprensión en ambos idiomas es muy baja, motivo por el cual es posible que el niño tienda a desconectar en clase y en casa mientras hace los deberes. Además, presenta niveles altos de ansiedad que con seguridad están interfiriendo también en su nivel atencional. Se orienta a la familia a comenzar un entrenamiento en comprensión lectora en ambos idiomas y control de la ansiedad.

Evolución del caso: Durante ese curso académico, Mikel acude a consulta en sesiones individuales de una hora de duración durante dos días a la semana. En esas sesiones se trabaja la comprensión y la ansiedad, y se contacta con el centro educativo para priorizar objetivos y coordinar el trabajo. Al mismo tiempo, se les dota a los padres de estrategias para ayudarle en casa en la realización de los deberes, y se les orienta a un entrenamiento breve de lectura diario. En este tiempo se prescinde de la medicación puesto que en la evaluación en profundidad se ha descartado el diagnóstico.

Tras este entrenamiento se observa una mejoría en comprensión, llevándole a Mikel a aprobar todas las asignaturas. El curso académico siguiente se le reducen las sesiones a un día a la semana para trabajar técnicas de estudio, puesto que se observa cierta dependencia y falta de recursos para estudiar. Tras año y medio de trabajo con Mikel, el niño recibe el alta y sigue en la actualidad obteniendo buenos resultados académicos.

Comentarios sobre el caso: El caso de Mikel es muy frecuente en el centro. Numerosos padres acuden a una segunda evaluación para confirmar los diagnósticos previos. En este sentido, para realizar un buen diagnóstico de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, en nuestro centro tenemos en cuenta la información otorgada por los padres y profesores, la ejecución del niño en pruebas objetivas, los niveles de ansiedad y capacidad intelectual y, por último, realizamos un diagnóstico diferencial porque los problemas de lecto-escritura pueden interferir en los niveles atencionales de clase. Por ejemplo, si un niño no comprende bien, es más fácil que desconecte. Finalmente, un buen diagnóstico nos va a llevar a una buena orientación de trabajo, así como a la coordinación con las distintas personas que trabajan con el niño.

 

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