Soy una madre y escribo también en nombre de mi marido. Nos vamos a divorciar y no sabemos muy bien cómo enfocar este tema de cara a nuestros hijos.

Tenemos dos niños de 10 y 12 años. Nosotros hemos tomado la decisión de divorciarnos entre los dos y aunque hay desacuerdos entre nosotros, los dos tenemos claro que no queremos hacer daño a nuestros hijos porque pensamos que esto tiene que ser algo muy doloroso para ellos.

En primer lugar, os damos la enhorabuena por pensar así en vuestros hijos y querer buscar la mejor forma de hacerlo.Parece algo lógico, pero muchas veces las parejas en su angustia de separación, hacen un daño irreparable a sus hijos.

Lo primero es entender que esto es una ruptura de pareja y no de padres a hijos, y esto es lo que hay que tener presente en toda la conversación con ellos.

Lo mejor es comentarlo siempre los dos padres juntos con los dos niños juntos, luego ya se hablará poco a poco con cada uno de ellos porque habrá que contestarles a preguntas diferentes. Para que los niños no sufran, los padres se deben respetar, no ahora, sino siempre, porque lo que les genera más sufrimiento es ver que sus padres se falten el respeto, se ignoren y traten mal. Como nos dijo un niño de 10 años en consulta: «yo con tal de que mis padres sean felices, también soy feliz» y otro de 11 años: «Tú lo que quieres es que tus padres se lleven bien y así te acostumbras».

El día en el que se habla con los hijos, se sufre, se llora y normalmente hay tristeza generalizada,  es un paso duro pero, si se hacen las cosas bien,  con un poco de tiempo los niños viven felices queriendo siempre a su padre y a su madre.

De todas formas, el hecho de que tengáis tan claro que lo queréis hacer los dos juntos pensando en vuestros hijos, os da pie para poder hacer una consulta los dos a un centro de vuestra confianza para que no se os escape nada y podáis preguntar y recurrir las veces que queráis. Es importante sentirse muy seguro para poder también trasmitir esta seguridad a los hijos.

                                                                                    El equipo de Centro psicología Bilbao