Virginia Rodrigo del Solar es la Directora de Centro Psicología Bilbao y lleva más de veinte años dedicándose a la psicoterapia e intervención con personas de todas las edades y familias. En concreto, está especializada en Terapia Familiar sistémica.

1. Para alguien que no está familiarizado con las palabras “terapia familiar sistémica”, ¿qué se puede encontrar en una  terapia de este tipo?

La terapia familiar sistémica analiza los problemas desde el contexto de las interacciones, es decir, la familia como sistema, que a su vez está en relación con otros muchos sistemas que forman parte de su vida.

Si se trabaja con una única persona, hay que tener en cuenta que no es un ser aislado y que forma parte de muchos sistemas, siendo el más próximo el familiar y cualquier variación en un elemento del sistema, va a afectar inevitablemente al resto. Así que trabajamos con familia como tal, pero también con cualquier miembro de ella, ya que basta con que se produzca un pequeño cambio que alguien perciba como tal, para que se modifique el sistema.

2. Entonces, desde este enfoque, aunque se llame terapia familiar, ¿trabajas también con una sola persona en la consulta?

Efectivamente trabajo indistintamente con un grupo familiar que, si quieren acudir todas las partes es muy enriquecedor y bonito para la familia y para la terapeuta, como con una sola persona, bien porque no quiera o tenga que compartir sus sesiones con su familia. También se trabaja con la pareja y acuden a las sesiones unas veces los dos y otras uno de ellos. No siempre están dispuestos los dos a colaborar y no es necesario que lo hagan, porque entendemos que el cambio se puede producir por ambos lados. Así que puedo trabajar con la familia, con los miembros que quieran-puedan participar, con parejas y con una sola persona. 

3. ¿Y cómo lo haces con los niños y niñas?

Si tiene una edad en la que quiere y puede estar solo, es un buen paciente y colaborador, suele ser un tratamiento muy eficaz. Si resultara demasiado pequeño, seguramente el trabajo es mejor si se hace desde los padres: padre, madre o los dos. También pueden estar los hermanos, que muchas veces aportan argumentos valiosos y son herramientas muy interesantes en el cambio y búsqueda de soluciones.

En el caso de adolescentes que no quieren acudir a consulta, que suele ocurrir algunas veces, trabajamos con los padres, madres o también hermanos y hermanas. La adolescencia es estupenda y cuando quieren acudir a consulta suelen funcionar bien, sienten que se les escucha y realmente tienen mucho que decir.

4. ¿Qué tipo de problemática se puede abordar con este tipo de terapia?

En principio se puede trabajar con cualquier tipo de problema, lo importante es que las personas que participen en la terapia tengan una actitud activa en el proceso terapéutico, ya que tenemos confianza en sus propios recursos. Como terapeuta ayudo a mis pacientes a poner en marcha algunos de sus recursos y a identificar los momentos en los que ya ellos mismos los están utilizando. En principio, te diría que no hay barreras para trabajar en esta orientación; también trabajamos en colaboración con psiquiatras porque hay gente que necesita ayuda médica al mismo tiempo que trabaja en terapia.

5. ¿Qué otros nombres recibe la terapia familiar sistémica?

No es que reciba otros nombres, sino que dentro de la terapia familiar sistémica, tenemos la terapia breve centrada en las soluciones y la terapia breve centrada en los problemas, que son simplemente pequeñas variaciones a la hora de buscar soluciones, pero muy compatibles, y en el marco de la terapia familiar sistémica trabajamos combinando lo que aportan ambos modelos junto con otros recursos técnicos de más modelos terapéuticos de la terapia sistémica. Así, se pueden oír otros nombres, pero estamos hablando de modelos de trabajo muy similares.

6.  En este tipo de terapia, ¿hay algún número de sesiones de media para obtener resultados?

Hablamos de terapia breve e intentamos hacer el menor número de sesiones posibles y distanciarlas en el tiempo a medida que los problemas van encontrando el camino de la solución. Desde la segunda consulta hay que solicitar a las personas que vienen a consulta datos sobre su evolución porque sabemos que siempre que hay algún movimiento en una parte del sistema, hay cambio. Podríamos decir que para las familias hay una media de 10 sesiones. A veces ocurre que a lo largo del tiempo estas familias hacen más consultas, pero generalmente se trata de otros temas que no tienen que ver con el tratado en el pasado.

7.  Para alguien que no entiende de esto de terapias Virginia, ¿qué diferencias puedes destacar entre este modelo y el que conocemos de las películas?

(Sonrisa) Bueno, realmente es muy diferente, olvídate del diván. Trabajamos unas veces en silla, otras sentados en una butaca, pero no tumbados.

Pero la diferencia básica es que trabajamos centrados en la soluciones, en el presente y futuro. Claro que alguna vez hay que hablar del pasado, pero no estamos focalizando la terapia allí, sino aquí y en el futuro. En las terapias a las que haces referencia de las películas, que supongo son las psicoanalíticas, la terapia es un camino en el tiempo, del presente al pasado.

Creo que otra diferencia muy importante es la confianza en el paciente. Como profesional confías en sus recursos y le ayudas dirigiendo estrategias de intervención, pero sin juzgarle ni comparándoles con una norma. Ellos forman parte muy activa del tratamiento, no sólo dentro de la sala, sino también cuando llegan a sus entornos, haciendo tareas que surgen en la terapia. Se confía y no se interpreta.

El número de sesiones también varía mucho, ya que las terapias de otras orientaciones son mucho más largas y se hacen incluso semanalmente (algunas hasta más de una vez a la semana).

Existen muchas diferencias y entendemos que se puede trabajar desde diferentes enfoques para llegar a las soluciones, pero yo he elegido este porque a lo largo del tiempo he constatado su eficacia y me parece muy gratificante para todos los que en un momento formamos parte del proceso terapéutico.

Muchísimas gracias Virginia por aclararnos tan bien el enfoque de la terapia familiar sistémica 🙂

Compartimos aquí algunas páginas de Centro Psicología Bilbao con contenidos relacionados:

– Terapia familiar