Hay una frase en Disciplina Positiva que dice así: “Los niños son buenos observando, pero malos interpretando”. Esta frase viene a decir que pueden observar algo y sacar sus propias conclusiones, que podrían no ser las adecuadas. Por ejemplo, observan que sus padres dan besitos al hermano nuevo y de esa situación pueden interpretar “le quieren más a él que a mí”.

¿Os habéis planteado lo que están viendo ahora?

– Mis padres están todo el día con el teléfono leyendo noticias y mirando la televisión preocupados.

– Está prohibido salir de casa.

– Nos tenemos que lavar muy bien las manos.

– Hay una enfermedad que se contagia muy rápido.

– No hay sitio en los hospitales.

– La gente se muere por un virus nuevo que se llama coronavirus.

– Etc.

¿Os habéis planteado lo que interpretarían si nos ven ponernos malos durante la cuarentena?

Es altamente probable que piensen “mi ama o mi aita se van a morir”, y que eso, inevitablemente, les produzca excesiva preocupación, agobio, miedo e incluso somatización.

No nos olvidemos de que los niños necesitan vernos como figuras de calma y seguridad. Para ello, os sugiero cinco pautas:

1. Explica lo que está pasando adaptado a la edad.

Han circulado numerosos cuentos para los más pequeños en donde se explica el coronavirus y esta situación tan peculiar de confinamiento. Explicar a los niños es el primer paso necesario para que no saquen ellos sus propias conclusiones, ya que éstas pueden ser más fantasiosas y alarmistas.

2. Contrólate con la información y uso de la tecnología.

Estar informado es necesario, pero ¿todo el día pegado al móvil? No sé vosotros, pero yo recibo constantemente información desde diferentes grupos de Whatsapp… En este punto es importante que nos informemos pero también que sepamos vivir un poco desconectados porque precisamente lo que nos ofrece esta cuarentena es la posibilidad de vivir en familia y estar presente.

 3. Anticipa la posible enfermedad. 

Habla y explica que es posible que gente de la familia se ponga enferma. En ese caso, anticipa qué será lo que con más probabilidad pase (malestar, fiebre, tos, necesario descansar, etc.). Verbaliza que te puedes poner malo y no necesariamente vas a tener que ingresar en el hospital.   

4. Informa de manera clara de lo que se espera de ellos. 

En caso de adquirir la enfermedad y tratarse de un caso leve, Ruth López, Licenciada en Farmacia, nos informa de que las autoridades sanitarias requieren que el paciente permanezca en casa en condiciones de aislamiento. Es importante que los niños entiendan cuál es su papel ya que su madre o padre permanecerá en una habitación con la puerta cerrada sin poder salir de la misma y si desean verla deben evitar acercarse a una distancia menor de dos metros. Comentarlo antes de que suceda (anticiparse) les ayuda a mentalizarse y a poder preguntarnos antes de que pase y resolver todas sus dudas.. Además es importante que entiendan que no podrán compartir ningún tipo de utensilios personales como toallas, vasos, platos o cubiertos y que cuando su madre salga de la habitación a espacios comunes lo hará con una mascarilla puesta.

5. Habla de emociones.

El miedo y la preocupación tiene muchas caras y se puede expresar de muchas maneras. Es habitual que los niños que están preocupados puedan retraerse, pero también pueden llorar más o incluso gritar más y estar irascibles. Entiende que esta situación es muy dura también para ellos. Por todo ello, hablad de emociones en casa y compartid también vuestros sentimientos. ¿Cómo te sientes hoy? Yo, por ejemplo, también estoy muy preocupada, pero confío en que pasará esta situación y aprovecho para disfrutar este ratito contigo. De cualquier modo, los niños tienen que entender que todas las emociones son lícitas y válidas.