Cada vez más nos encontramos con personas que se plantean dejar de fumar de manera definitiva. Si observamos a nuestras amistades probablemente veamos que, los que con 20 años fumaban, con 35 o 40 ya no lo hacen. No es de extrañar teniendo en cuenta que fumar acorta la vida (en mujeres 11 años de media y en hombres 12 años) y que cada vez hay más información acerca del mal que supone para nuestra salud y la de quienes nos rodean.

Desde el campo de la psicología se habla en muchas ocasiones de la Hipnosis como recurso para dejar de fumar. Sin embargo, en este artículo abordaremos algunos consejos generales a tener en cuenta en este proceso.

1. Dejar de fumar es una acción de TODO- NADA

Aunque a veces nos encontramos con personas que han conseguido dejar de fumar de manera gradual, reduciendo el consumo poco a poco, lo más habitual es que cuando se fuma un cigarro se abra la «caja de pandora» y sea más difícil controlarse. Por eso aconsejamos que una vez dado el paso, se deje de consumir de forma radical.

2. Trabaja la conciencia y la motivación

En este proceso seguramente existirán altibajos y se darán situaciones en las cuales se pueda tener alguna recaída (por ejemplo, alguna fiesta o evento social). De este modo, es fundamental estar muy concienciado en cuanto a conocer claramente las razones por las cuales queremos dejar de fumar. En este sentido, ayuda si se hace un registro con el consumo general de tabaco, incluso una gráfica en la cual se pueda ver de manera visual el consumo. Esto nos permite ser conscientes de cuántos cigarros concretos fumamos al día. En la misma línea, necesitamos poseer mucha motivación durante el proceso. Una posibilidad podría ser plantear un objetivo (por ejemplo, no fumar en un mes) y asociarlo con una situación placentera (ir a un spa cuando lo consiga). De esta forma se pueden ir planteando diferentes retos a medida que avanza el tiempo.

3. Busca apoyo en la gente

Tener apoyo social es muy importante para conseguir dejar de fumar. Es preferible que inicialmente no presencies a mucha gente fumando delante de ti para evitar tener que luchar con las ganas en un primer momento. Del mismo modo, mantenerse activo y realizar actividades como deporte pueden ayudar a luchar contra esta dependencia.

4. Modifica tu rutina

Esto significa que, si estás acostumbrado/a a fumar después del café, igual es recomendable consumir un té en su lugar. Muchas veces la adicción a fumar se ve reforzada por los hábitos que tenemos. Si modificamos los hábitos, nos ayudamos a nosotros/as mismos/as.

5. Aprovecha si es necesario la ayuda de profesionales de la salud

Finalmente, consulta con el centro médico porque en ocasiones tienen recursos para ayudar a la gente a dejar de fumar. Al mismo tiempo, también los profesionales de la psicología te podemos ayudar a modificar esos aspectos de tu vida que contribuyen a que sigas fumando, o a potenciar tu motivación por mantenerte en la abstinencia.

 

Equipo de Centro Psicología Bilbao