Tengo un problema, creo que bastante importante y no veo salida para solucionarlo.
Hace tres años fui al médico de cabecera porque me sentía muy bajo de moral, con muy pocas ganas de todo y sin ánimo para nada y prefería que él me diera su opinión sobre el profesional que necesitaba.  El médico me remitió al psiquiatra que me diagnosticó depresión y me medicó para ello. A partir de entonces estoy tomando medicación y me sigo encontrando fatal. No me da ninguna solución, a veces me cambia las pastillas o la manera de tomarlas, pero yo sigo mal.  A mi no me ha ayudado nada que me digan que lo que tengo es «depresión». Lo que quiero son soluciones y no «palabrejas» técnicas que no me ayudan en nada.

No sólo te entendemos perfectamente, sino que compartimos contigo la necesidad de encontrar solución al  problema,  más que ponerle un  nombre que luego recordarás el resto de tu vida principalmente por lo que te ha perjudicado.  El ansia por diagnosticar, por dar nombre a los problemas y por etiquetar, si por lo menos fuera acompañado de una buena terapia, no haría tanto daño.  Pero lo que no tiene ningún sentido es pasar horas en una consulta para que simplemente te pongan una etiqueta y no te den ninguna solución. Sinceramente creemos que tienes que buscar a alguien que te ayude más, algún profesional que te ayude de verdad. También te animamos a que pienses, que independientemente del diagnóstico, tu problema tiene solución, es tratable y merece la pena que tomes una determinación para buscar una ayuda un poco más eficaz. Cuando se está tomando medicación, es importante que se sigan las pautas médicas para tomarla, dejarla de tomar, etc.  Pero el tratamiento no consiste en una etiqueta y unas pastillas.

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– Depresión