Hoy en día, en muchos hogares es habitual que niños y adolescentes reciban “la paga”, una asignación de dinero con la que hacer frente a ciertos gastos sociales y caprichos, y que se les puede dar de manera semanal o mensual. En Centro Psicología Bilbao hemos recopilado las opiniones de varios profesionales de la psicología para poder orientar a los padres y familiares a este respecto, y ayudar a resolver las dudas más comunes que puedan surgir.

¿Cuándo se debe empezar a dar la paga? La mayor parte de los psicólogos aconsejan empezar cuando el niño aprende a sumar, entre los 6 y los 8 años, para ir aprendiendo desde ese momento el valor del dinero y adquiriendo una cierta responsabilidad. Con esta asignación de dinero, los niños aprenden que el dinero tiene un límite y que, para adquirir unas cosas se tiene que renunciar a otras. Desde la psicología se recomienda comenzar con cantidades muy pequeñas (por ejemplo, un euro a la semana debería ser más que suficiente a los 8 años).

¿Cuánta paga se debería administrar? Debemos tener en cuenta las necesidades del niño según su edad. Entre los 8 y los 10 años, lo esperable es que el niño gaste el contenido íntegro de su asignación en caprichos, golosinas, etc…; por lo que muchos profesionales de la psicología se decantan por comenzar por 1-2 € e ir aumentando paulatinamente a partir de esa cantidad, de manera que los niños vayan cubriendo más gastos de ocio con esa paga. Por otro lado, a partir de los 10 años aparece el concepto del ahorro para los menores, son capaces de planificarse a más largo plazo y de priorizar, por lo que su asignación puede ser algo mayor. Y es en la preadolescencia, de los 12 años en adelante, cuando comienzan a relacionarse más con sus iguales, pueden necesitar algo más (entre 4 y 6 €). En cualquier caso, los psicólogos coinciden en que debe ser una suma modesta, con lo que puedan obtener algo de lo que quieren y ahorrar un poco; en definitiva, que les haga definir sus prioridades y elegir. No resulta realista que un niño de 12 años pueda permitirse hacer todas las actividades que desee o comprar absolutamente todos sus caprichos durante todo el mes; por más que los padres puedan darle una gran asignación.  

¿Qué pasa si el niño se gasta toda su asignación? En este caso, los psicólogos están de acuerdo en que no se les debe dar más dinero hasta la siguiente paga, ni pagar en su lugar los caprichos que la paga cubre. La consecuencia lógica es que, si el niño se gasta su asignación, ya no tendrá más dinero para lo que quiera comprar hasta la siguiente paga y aprenderá de esta experiencia. Conviene, además, que todos los familiares que puedan dar dinero al niño estén de acuerdo en estos puntos.

¿Paga semanal o mensual? En el caso de los niños pequeños, se recomienda una frecuencia semanal. A estas edades les cuesta más retardar la gratificación, y para ellos es suficiente con recibirla semana a semana. En el caso de los adolescentes, sin embargo, algunos expertos recomiendan que la paga sea mensual, ya que esto supondrá una preparación posterior para el mundo laboral, donde el sueldo es también mensual.

¿Cuáles son los beneficios de la paga? Entre otras de sus ventajas, la asignación (semanal o mensual) ayuda a los niños a establecer unas prioridades, a aprender el valor del dinero, e incluso a adquirir una cierta tolerancia a la frustración (ya que les ayuda a entender que a veces, aunque quieran, no pueden hacer algo). Puede hacer también que sean más responsables, siempre y cuando la asignación sea, como ya hemos comentado anteriormente, una cantidad modesta.