Lamentablemente para algunas personas y afortunadamente para otras, en Bilbao no nos afecta mucho el calor por su aparición tan puntual J. Sin embargo, bromas a parte, se sabe que el calor puede afectar al estado de ánimo.

En primer lugar, ¿habéis oído hablar de la palabra “meteorosensibilidad”? Las personas que la sufren se ven muy afectadas por los cambios bruscos de temperatura, humedad y presión atmosférica. Seguramente si nos ponemos a pensar todos conocemos a alguien a quien le duelen las rodillas cuando va a cambiar el tiempo o a quien se queja de dolores de cabeza por este mismo motivo.

En algunas ocasiones, ser meteorosensible puede conllevar cambios, no sólo físicos, sino también en el estado de ánimo. De este modo, en otoño e invierno nos podemos sentir más deprimidos por la falta de luz, mientras que en primavera y verano tenemos más alegría y actividad. Sin embargo, si las temperaturas son muy altas, haciendo demasiado calor, puede suponer mayor apatía y cansancio, lo cual sin lugar a dudas repercutirá en un peor humor y mal genio.

Pero, ¿por qué el excesivo calor influye en nuestro humor?

Son varios los factores a tener en cuenta:

1. Sueño

En primer lugar, si hace mucho calor es más probable que durante la noche durmamos peor, y el descanso es fundamental para poder tener mejor humor a lo largo del día.

2. Mayor esfuerzo del cerebro

En segundo lugar, nuestro organismo, y especialmente nuestro cerebro, realiza un trabajo de mayor esfuerzo ante altas temperaturas (como pueden ser olas de calor). Esto se fundamenta en que el encargado de mantener la temperatura corporal es el hipotálamo (ubicado en el cerebro), el cual equilibra los mecanismos de pérdida y producción de calor mediante la frecuencia cardiaca, la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, la frecuencia respiratoria y la sudoración. Es decir, el hipotálamo pone a todos estos mecanismos del cuerpo a trabajar. De esta manera, cuando nos encontramos ante una “ola de calor”, el hipotálamo necesita esforzarse más para adaptarse a la nueva temperatura.

3. Retención de líquidos

Causado por la dilatación de los vasos sanguíneos, es común retener más líquidos cuando hacen altas temperaturas, de manera que probablemente también nos encontramos más incómodos físicamente (añadiendo a esto el sudor).

4. Investigaciones en relación a la Salud Mental y las condiciones meteorológicas

Hay datos curiosos que se han obtenido en diferentes investigaciones. Entre los más llamativos, destacamos el realizado en un Centro de Salud de Murcia en el cual se observó que los días con brisas, vientos del este y lluvia crecieron las urgencias en psiquiatría. Así mismo, cuando la humedad era superior a 60%, se dieron más delirios y, en temperaturas superiores a 30º, aumentaron los casos de trastornos obsesivos compulsivos.

De este modo, observamos que todo viene bien en su justa medida, y aunque anhelamos en ocasiones el buen tiempo del verano, no sería bueno para nuestra salud estar siempre expuestos a altas temperaturas.