Buenos días,

Me llamo Sara, tengo 24 años y desde siempre he sido una persona muy tímida. No me siento cómoda relacionándome con gente, ni siquiera con personas de la familia (sobre todo con aquellas con las que no coincido durante el año). Siento que me juzgan constantemente por mi forma de ser.

Como no tengo muchas amistades, en verano suelo ir un tiempo con mis padres al pueblo, y me gustaría aprender poco a poco a ser más abierta y a saber cómo relacionarme. ¿Hay algún consejo que creáis me puede venir bien? ¡Gracias de antemano!

Hola Sara,

En primer lugar, enhorabuena por dar este primer paso puesto que no siempre es fácil analizarse a uno mismo y valorar qué aspectos nos gustaría cambiar de nuestra forma de ser.

En cuanto a la consulta que planteas, cada persona es un mundo y quizá haya consejos que te digamos que ya hayas intentado previamente. Sin embargo, algunos importantes a tener en cuenta son los siguientes:

  • Trata de no contestar con monosílabos. Cuando contestamos con monosílabos, lo que sin querer hacemos es dificultar que haya más conversación. En su lugar, puedes devolver la pregunta, dar un poco más de información a la hora de responder o pensar en otras preguntas relacionadas que puedes hacer.
  • Piensa en qué preguntas puedes hacer. Las preguntas permiten continuar las conversaciones y dan pie a las otras personas para que haya más fluidez en la comunicación. Puedes pensar en preguntas generales (¿cómo te ha ido a lo largo del año?, ¿a qué te dedicas ahora?, ¿qué planes tienes para este verano?, etc.) y en preguntas concretas en función del tema del que se esté hablando.
  • Escucha de forma activa. Cuando hay varias personas que están hablando, observa la situación y escucha la conversación para crearte tu propia opinión y poder preguntar cosas relacionadas.
  • Planifica una intervención paulatina. Esto significa que seguramente no vayas a pasar de intervenir nada a estar continuamente interviniendo. En su lugar, es preferible empezar con alguna pregunta un día, otro día dar alguna opinión, etc. Es decir, ir superando pequeños retos hasta alcanzar un punto donde te sientas cómoda y satisfecha. Del mismo modo, ten en cuenta que igual inicialmente para ti resulta más sencillo hablar en pequeños grupos (con otra persona, por ejemplo) y poco a poco ir ampliando el tamaño.
  • Confía en tus posibilidades. Muchas veces, la excesiva timidez está relacionada con una baja confianza o autoestima de la persona. Por ello, es importante que confíes en que eres capaz de entablar conversaciones y ser interesante para los demás. Si sientes que este punto está limitando o dificultando tu forma de relacionarte, igual sería conveniente valorar la necesidad de iniciar un trabajo personal de mejora de la autoestima, para que deje de ser un problema para ti.

 

Esperamos Sara que este verano puedas entrenar estos consejos y puedas poco a poco superarte.

 

Un cordial saludo,

Equipo de Centro Psicología Bilbao