Cuando las personas juegan con piezas de construcción, se manifiestan muchos aspectos de su manera de ser y de enfrentarse a los retos. Salen a la luz emociones y rasgos de personalidad; se observan las estrategias que utilizan para resolver conflictos, e incluso los diferentes roles de equipo si el juego de construcción se realiza entre varios/as participantes. Podemos ver su manera de percibir los problemas o retos a los que se enfrentan, su tolerancia a la frustración, su inteligencia, y multitud de cualidades que se hacen patentes al enfrentarse a esta tarea.

Por eso, los juegos de estilo “Lego” o “Tente” se utilizan cada vez más en terapia (tanto individual como de grupo), Coaching de equipos, e incluso Coaching Ejecutivo, ya que, además de brindar información sobre quienes están construyendo con sus piezas, pueden mejorar la inteligencia emocional, la empatia, el afrontamiento de retos y la creatividad de los/as participantes.

Cuando hay varios/as participantes, podemos utilizar esta actividad para trabajar la comunicación, puesto que construir con piezas propicia que surjan conversaciones inteligentes, en los que cada persona aporta su parte de conocimiento para conectarlo con el de los otros/as.

Una de las aplicaciones más conocidas de este tipo de juegos es el llamado “Lego Serious Play”, una reunión de equipo en la que, mediante preguntas guiadas, cada participante crea un modelo 3D utilizando piezas de lego.

En este tipo de actividades se integran especialmente bien las ideas y los conocimientos de los/as compañeros/as de grupo. Se mejora la comunicación, ya que se procura que todos/as los jugadores/as tengan un espacio para poder aportar sus ideas; y se fomentan las discusiones grupales. Además, se trabaja la escucha y se presta atención a cómo construyen los demás miembros del equipo. Por tanto, el nivel de cohesión grupal que se genera es elevado.

Teniendo estos beneficios en cuenta, desde Centro Psicología Bilbao os animamos a poner en práctica estos juegos (aprovechando el verano y el tiempo libre) prestando atención a cómo nos enfrentamos al reto de la construcción, y aprendiendo a su vez de cómo lo hacen los/as compañeros/as.  Recordamos además que, para niños de 6 a 14 años, disponemos de actividades similares para trabajar la inteligencia emocional, las habilidades sociales y la colaboración en equipos de trabajo.