Cualquier persona que haya superado un miedo en la vida sabe la sensación de empoderamiento que supone superarlo. Cuando lo consigues, es probable que empieces a generalizar a otros pequeños miedos o situaciones y que poco a poco vayas ganando en confianza y sensación de poseer recursos personales.

Pero para llegar a este punto, es necesario previamente pasar por una serie de pasos en la superación del miedo. Vamos a explicar en líneas generales cómo superar el miedo a conducir, donde lo primero que debe destacar es la ACTITUD. La actitud de afrontamiento.

En primer lugar, el miedo a conducir se refiere a un miedo intenso e irracional ante la situación de conducir un coche o vehículo o, incluso, miedo a imaginarse y anticipar esa situación temida. Los síntomas pueden ser variados, pero entre ellos destacan:

  • Sentimiento de inquietud permanente y desproporcionada antes de sentarse en el asiento del conductor y mientras se conduce.
  • Gran tensión muscular a la hora de conducir.
  • Sensación de gran miedo, llegando incluso a tener bloqueos.
  • Exceso de ansiedad.
  • Evitación persistente de conducir.

Para poder trabajar el miedo a conducir, es necesario tener en cuenta 3 áreas que están permanentemente relacionadas.

  1. Los pensamientos

Debemos analizar qué tipo de pensamientos vienen a nuestra cabeza en estas situaciones. Qué estamos anticipando, si son pensamientos que auguran una catástrofe o accidente, si tememos perder el control total de la situación, etc. Los pensamientos nos pueden llegar a jugar una mala pasada, y tienen una relación directa con los sentimientos, y también con las acciones que llevamos a cabo. Por ello, el primer paso es identificar lo que pensamos y tratar de modificar esas creencias o ideas a una forma más acercada a la realidad y positiva, para poder superar el miedo a conducir.

2. Las emociones

Del mismo modo, debemos tener en cuenta el estado emocional y los síntomas fisiológicos que vive nuestro cuerpo en estas situaciones. Será necesario, por ejemplo, aprender a respirar de forma relajada y pausada, para evitar que la propia respiración nos genere más ansiedad.

3. Las conductas

Probablemente debido a los pensamientos y emociones anteriores, las conductas típicas de una persona con miedo a conducir sean las de evitación o huída. También es probable que realice conductas compensatorias, tales como conducir únicamente si va acompañada o si hace buen tiempo. Por ello, otra línea de acción importante una vez que se ha trabajado lo anterior (los pensamientos y las emociones y síntomas fisiológicos) es exponer a la persona paulatinamente a situaciones de conducción que le hagan ir superando el miedo y le ofrezcan experiencias positivas. De este modo, la propia experiencia le va a desmontar en numerosas ocasiones los miedos irracionales que tiene debido a sus propias creencias erróneas o pensamientos distorsionados.

Realizar estos pasos requiere de un proceso y supone una verdadera actitud de superación. En numerosas ocasiones, el miedo lleva tanto tiempo asentado que es necesario superarlo con ayuda profesional. Para ello, lo recomendable es acudir a un centro psicológico y ponerse manos a la obra. ¡Mucha gente lo ha conseguido superar, sólo es cuestión de empezar!