Tenemos una hija de 6 años que no quiere ir al colegio. Desde que ha empezado la escolaridad estamos en la misma dinámica: pataletas. rabietas, vómitos por las mañanas, llorando en clase, pérdida de apetito, problemas para dormir… El fin de semana es el único rato que la niña está tranquila y parece que recupera un poco la tranquilidad, aunque también hay que decir que cada vez le cuesta más.
¿Qué tenemos que hacer? ¿Esto se puede trabajar? ¿No es la niña muy pequeña para empezar con psicólogos?

Efectivamente es un poco pequeña y creemos que no tiene que acudir al psicólogo para tratar este tema, pero estamos seguros de que podemos hacer algo para que la niña cambie y empiece a ir al colegio de una manera tranquila.
Aunque suene un poco raro, estos temas los trabajamos con los padres y si hace falta con el colegio de la niña (siempre que los padres estén de acuerdo, por supuesto). Solemos decir que no hay nadie que conozca más a sus hijos que los propios padres, por eso entendemos que habréis hecho todo lo que esté en vuestras manos para ayudar a vuestra hija. Sin embargo, seguramente con la ayuda profesional podamos cambiar entre todos alguna pieza clave que contribuya a resolver el problema. En la consulta de casos de este tipo (niños pequeños  que se niegan a comer, a acudir al colegio, a dormir…) suele funcionar muy bien el trabajo con padres. Para aclararlo bien, porque a veces en estos casos puede haber malos entendidos, no quiere decir que estéis haciendo nada mal ni que tengáis la culpa de que vuestra hija no quiera ir al colegio, simplemente que hay cosas que se pueden cambiar en la dinámica diaria, y estos cambios, suelen funcionar. Los cambios no son fáciles de identificar, porque en ese caso ya lo habrías hecho, y este es el objetivo de la terapia. El tiempo empleado en estos casos no suele ser largo, se trata de terapias bastante cortas.

 

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