Quienes conviven o se relacionan con niños y niñas saben que las peleas están a la orden del día, pero nadie nos ha enseñado a gestionarlas. De modo que solemos tomar cartas en el asunto corrigiendo lo que tradicionalmente se ha denominado ‘mal comportamiento’. ¿Cómo lo hacemos? La respuesta es fácil: cogiendo el toro por los cuernos, en el sentido más extremo de la frase. Esto significa quitándole de las manos el juguete que no es suyo, castigando, dando un cachete, menospreciando… Sí, suena fatal y si miras atrás en el tiempo, es muy posible que en algún momento te hayas observado REACCIONANDO así.

Si a las personas adultas nos cuesta gestionar nuestras inquietudes y emociones, ¿cómo lo hacen los niños y niñas? ¿Cómo se las arreglan cuando viven situaciones similares? La respuesta es la misma que unas líneas más arriba: quitándole de las manos el juguete que no es suyo, dejándole fuera, pegando, insultando… Curioso ¿verdad? Los niños imitan lo que las personas adultas hacemos y entienden que si su madre o padre grita, insulta o da golpes cuando se enfada, ¿por qué no van a hacerlo también?

Actuar en lugar de reaccionar

Para detener este bucle es fundamental ACTUAR desde la calma, la empatía y el respeto. Descubrir qué se esconde detrás de ese comportamiento. Por ejemplo, si te encuentras a tu hijo dando voces y gritando por el parque, pregúntate primero a qué puede deberse, conecta con él. Si observas que tu hija está sola y que no quiere jugar con nadie, ponte en su lugar, entiéndela. Esto nos permite allanar el terreno y dedicarle tiempo al entrenamiento de habilidades sociales, una asignatura que tendemos a dejar en segundo plano.

¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son aquellas que nos ayudan a relacionarnos y a gestionar diversas situaciones sociales, desde conocer a alguien o saber desenvolverse en un grupo, hasta saber defenderse y buscar soluciones en un conflicto. Digamos que son innatas, aunque necesitamos un entrenamiento para pulirlas, el cual debe comenzar por entender lo que pasa en uno mismo.

Campus de Disciplina Positiva

Esto es uno de los conceptos clave que hemos entrenado durante el Campus de Disciplina Positiva para Peques, en Centro Psicología Bilbao: conocer e identificar lo que se encuentra tras el comportamiento, tanto en uno mismo, como en los demás. Esto ha permitido que los niños y niñas entiendan, en primer lugar, por qué suelen pegar o gritar cuando sienten enfado; en segundo lugar, comprender a qué se debe el comportamiento de su compañero o compañera y saber qué pueden hacer para ayudarle. De esta manera, pueden poner en práctica diversas herramientas que ayuden a gestionar una discusión o que favorezcan una mejor regulación de las emociones.

Termino proponiéndote una actividad: si esta tarde o mañana observas un incidente entre tus dos hijos, o si tu hija y sus amigas y amigos se enfadan en el parque, detente, piensa qué hay detrás de sus comportamientos y transmíteles esta misma reflexión. Te sorprenderán gratamente sus respuestas y les regalarás una nueva forma de resolver conflictos.