¿Cuántas veces has oído la típica frase ‘cómo se nota que tienes la regla’? Y si encima te lo dicen cuando precisamente la tienes… agárrate que vienen curvas. La menstruación es un ciclo que de forma positiva puede relacionarse con la vida. Aunque no se debe olvidar el trajín que conlleva a nivel físico y emocional.

Antes de nada, me gustaría aclarar que en este artículo voy a hablar de los cambios hormonales que se dan en cada fase de la menstruación y sus consecuencias a nivel emocional. No se trata de dar la razón a esas expresiones que tantas veces hemos oído y que tanto detestamos las mujeres, sino de comprendernos mejor a nosotras mismas.

¿Qué sucede durante la regla?

 

Fase I. Folicular – “La vida está para vivirla”

Esta fase va desde que empieza el periodo hasta la ovulación. En este momento se libera una hormona llamada folículo-estimulante, que prepara los ovarios para la ovulación. A su vez, segrega el estradiol y provoca un aumento del endometrio. El estradiol es una hormona sexual que tiene varias funciones: favorece el desarrollo de cambios físicos en el cuerpo, aumenta la libido (deseo sexual) y ayuda a regular el colesterol, entre otras.

Aunque cada mujer llevamos estas fases de forma diferente y sufrimos los cambios hormonales en distintos grados, generalmente en este momento nos sentimos mejor, puesto que nos vemos con fuerza y capacidad como para afrontar distintos retos.

 

Fase II. Ovulatoria – “Lo bueno dura poco”

En este momento se libera una hormona llamada luteinizante que provoca la liberación del óvulo. Como dato curioso, es esta hormona la que se mide en los tratamientos de fertilidad.

Durante esta fase los estrógenos se encuentran en niveles muy elevados. Esto puede provocar el aumento de peso, puesto que el cuerpo no es capaz de procesar las grasas corporales. También, el sentir mayor sensibilidad en los pechos, menor deseo sexual y un aumento en la sensación de fatiga. Con lo cual, en este momento nos alejamos de esa energía característica de la fase anterior.

Además de estos cambios, durante esta etapa suelen bajar los niveles de serotonina y endorfina. La serotonina promueve estados de alegría y otras sensaciones agradables. Por ello, muy probablemente, durante estos días percibamos en mayor medida emociones desagradables como: apatía, desgana, irritabilidad…

 

Fase III. Lútea “El Dragon Khan emocional”

En este último momento aumentan los niveles de progesterona. Esta hormona es producida por los ovarios y juega un papel muy importante en la vida de las mujeres, puesto que prepara el útero para el embarazo y además, ayuda a reducir el riesgo de contraer cáncer uterino.

Por otro lado, en esta segunda mitad del periodo, los niveles de estrógenos vuelven a disminuir y se mantienen bajos durante la siguiente fase: menstruación. Este cambio conlleva ciertos síntomas a nivel físico: dolores de cabeza, cansancio y fatiga, y por tanto, cambios en el estado de ánimo. Cabe recordar que cualquier cambio hormonal que se produzca de forma repentina conlleva un efecto a nivel emocional.

De hecho, es habitual que en esta fase se dé lo que se llama el síndrome premenstrual, que se caracteriza por sentir irritabilidad, ansiedad, tristeza o inseguridad durante la menstruación.

 

Conócete a ti misma y sabrás lo que necesitas en cada momento.

Con la gran fluctuación a nivel hormonal que experimentamos durante la regla, no es de extrañar que alguna vez hayamos escuchado la expresión “¡no sé cómo puedes sentir tantas emociones a la vez!”. Y lo cierto es que sí, sentimos un gran dinamismo emocional, lo cual a veces personalmente, desearía que no existiera, puesto que pretender gestionar este vaivén de sensaciones y emociones resulta un reto de lo más difícil.

De hecho, de ahí nace el motivo de escribir este artículo. Necesitamos eliminar el estigma social asociado a las emociones negativas que causan la regla. No es algo que pase a nuestra voluntad. Necesitamos que la regla no sea un tabú, ni una condición negativa de la mujer. Cuanto más sepamos sobre este proceso, sobre lo que implica a nivel biológico y hormonal, mejor comprenderemos las necesidades de nuestro cuerpo. Y por tanto, tendremos un mejor conocimiento de nosotras mismas, lo que nos ayudará a cuidar de forma adecuada nuestra salud física y emocional.