En muchas ocasiones hemos escrito sobre cómo educar a nuestros niños y niñas en el uso de las nuevas tecnologías. Pero, ¿qué hay del acoso por medio de las redes sociales? ¿A qué se debe que tenga tanta prevalencia? Y sobre todo, ¿cómo podemos detectarlo y prevenirlo? En la época de la comunicación online, nos encontramos ante un problema importante debido a su prevalencia y gravedad: el ciberbullying.

Hay jóvenes que viven auténticos infiernos. En el colegio se tienen que preocupar por no sufrir el acoso de otros compañeros, pero esto no acaba ahí. Cuando llegan a sus casas, los insultos y la humillación están en una conversación de Whatapp o en una foto de Instagram. Prácticas como: colgar imágenes comprometidas o información delicada sin consentimiento, crear perfiles falsos con el nombre de la persona perjudicada, dejar comentarios ofensivos, mandar mensajes a los contactos de una persona sin su consentimiento, son las que dan nombre al ciberbullying o ciberacoso.

¿Qué puede promover el ciberbullying?

Las causas que lo hacen tan fáciles suelen ser tres. La primera, es el anonimato que ofrece la comunicación online. Los involucrados en el ciberacoso, se esconden detrás de una pantalla y por tanto, la valentía con la que se dicen las cosas aumenta significativamente. Además, hay una disminución importante de la empatía, ya que la persona que insulta no puede observar directamente las reacciones emocionales de la otra persona.

Otra de las razones es que a los jóvenes les resulta más complicado darse cuenta de las implicaciones y la gravedad real. La línea es fina, la información se comparte a velocidad de la luz, y eso hace que no sepan donde terminará esa información y que uso se le dará. En muchas ocasiones se muestran impulsivos a la hora de compartir fotos de terceros, sin saber las repercusiones que pueden tener en otras personas. Además, se ha comprobado que en muchas ocasiones los que ejercen ciberbullying no son del todo conscientes del rol que están tomando.

Por último, está la adopción de roles y personalidades diferentes a las de la realidad. Por ello, una persona que acosa, puede volverse con una personalidad mucho más fuerte y la victima de este acoso puede ver mermada su autoestima, por el simple hecho de que haya una pantalla de por medio.

¿Cómo se puede prevenir el ciberbullying?

Entre todos los aspectos que podemos tener en cuenta a la hora de prevenir el ciberbullying hay algunos que se consideran bastante importantes. Es esencial que los adultos tengan acceso y supervisen las redes de sus hijos e hijas, para saber qué contenido comparten, que información proporcionan y a quiénes. Lo siguiente, se basa en la reflexión con ellos y ellas sobre qué les hace sentir la sensación de anonimato, qué sienten cuando observan diferentes perfiles de Internet, el valor de ser diferentes, etc. Por otro lado, es importante enseñarles qué características tiene la comunicación online y cómo deben comportarse en la red. Está claro que en muchas ocasiones no siguen los mismos patrones que en la vida real. Enseñarles a nuestros hijos e hijas a ser ellos mismos, estén de tras de una pantalla o no, a respetar la privacidad de sus amigas y amigos… son aspectos imprescindibles que deberemos cuidar.

Para terminar, es importante aprender a detectar ciertas conductas que pueden indicar que se está sufriendo el ciberbullying. Lo primero de todo, si observamos dificultades para relacionarse cara a cara con sus iguales, excesiva timidez… puede que se abuse de las redes sociales para entablar relaciones y esto hace que sean más vulnerables a sufrir este tipo de bullying.

¿Qué rasgos pueden presentar los niños que son acosados por Internet?

Además, los niños que se están viendo afectados por esto, muestran baja autoestima, conductas de evitación hacia las relaciones sociales, problemas para acudir al centro escolar y/o excesiva dependencia de los aparatos electrónicos (para ver si se ha publicado algo sobre él o ella). Por otro lado, para detectar si se están dando el rol del abusador, es importante fijarse en conductas de falta de respeto hacia sus iguales, baja autoestima, impulsividad, tendencia a la irritación o a la ira, situaciones estresantes en el ámbito familiar, etc.

Es importante entrenar a nuestros hijos para detectar este tipo de situaciones, bien sea cuando les ocurren a ellos o cuando son meros observadores. Entrenarles para que sean conscientes de las conductas de riesgo, darle importancia al desarrollo de su empatía e inteligencia emocional, además de a su autoestima, son algunas de las cosas que les vacunarán contra el ciberbullying.