Ya en las puertas del final de curso, y con él, la llegada del juicio final: las notas. Emociones de todo tipo y con características diversas; alegría, júbilo, tristeza, frustración, desesperación y un sinfín de estados emocionales que varían de una familia a otra dependiendo de los resultados de Junio.

¿Cómo afrontar la llegada de las notas que no nos esperábamos? En principio las notas de nuestros hijos e hijas no deberían sorprendernos demasiado,  porque han tenido un curso de un largo recorrido y que, con independencia de su autonomía en el estudio, seguro que hemos estado pendientes de su evolución. De cualquier manera, siempre puede haber sorpresas y es muy importante saber qué hacer y cómo reaccionar ante lo que para muchos padres y madres supone una gran decepción.

La reacción que tengamos en más importante de lo que nos podamos imaginar, ya que podemos estar delante de niños y niñas con la autoestima y la motivación ya dañadas. Sería interesante tener claras algunas ideas antes de que llegue este día, que vamos a tener  que afrontar nos guste o no.

 

No siempre es lo que esperamos

No des por hecho que lo que tú esperas, sea justamente lo que va a pasar. La capacidad de ser flexible y entender que puede haber algún cambio que no nos satisfaga, entra dentro del panorama de la realidad. Vaya por delante, que a cualquiera le encantaría no tener que afrontar este momento, y que sería estupendo que los hijos e hijas no tuvieran problemas para la consecución de los objetivos curriculares.

Guarda la calma

Prepárate para no decir nada. En el momento que empieza el griterío o las “malas frases”, se suele dejar de pensar y se pueden decir cosas de las que nos arrepintamos en cuanto pensemos otra vez con claridad. Acuérdate de mirar las notas hasta el final y de no hablar durante un rato. Durante este tiempo te puedes preparar para decir: “necesito tiempo para pensar, luego vamos a hablar”.

Pregunta

Las notas son de los hijos, no de los padres, por ello es importante preguntar a ver qué piensan de sus propias notas, interesarse por su opinión. No debemos olvidar que hay que hacer las preguntas con curiosidad y no con “segundas” o preguntas culpabilizadoras. Probablemente, en ese momento, tu hijo o hija  no te diga nada, así que espera al mejor momento para poder interesarte por lo que cree que le ha pasado, por lo qué piensa y cree necesitar, por cómo se siente y de qué manera supone que se le puede ayudar.

Empatiza

Es la única manera que tienes de mirar al futuro para que tu hijo tenga más posibilidades de estar motivado y sentirse comprendido. Se entiende la frustración que generan estos momentos, pero la gestión de la frustración o desesperación, es un trabajo personal de cada padre o madre como persona adulta. Las notas son de los niños y este tipo de emociones son de los padres y madres. En estas situaciones, también estamos enseñando a nuestros hijos el manejo de las emociones fuertes, una valiosa habilidad que van a tener que aprender a través de sus experiencias y modelos parentales.

Evita comparaciones

Céntrate en el hijo o hija que tienes delante. Observa si además puede tener algún problema que le esté dificultando los resultados. No siempre es fácil verlo a lo largo del proceso del curso, pero sí nos podemos ser conscientes con los resultados finales. Las comparaciones no les ayudan,  les dificulta el poder centrarse y les distancia emocionalmente de sus personas de confianza.

Evita castigos

Piensa que el castigo no le va a ayudar a activarse para estudiar. Si pensamos en el efecto que el castigo pudiera tener en nosotros mismos como personas adultas, nos damos cuenta de que lejos de motivarnos, nos alejaría rápidamente de aquellos objetivos complicados de conseguir.

Necesitamos generar buenas condiciones para afrontar el nuevo reto del estudio en verano de cara a las siguientes evaluaciones.

Busca la comunicación

Cuando estés en condiciones, busca la comunicación, el diálogo y suprime completamente los discursos o sermones, porque desgastan, suelen añadir muy poco contenido nuevo y no ayudan. Solo a través del diálogo respetuoso se puede abordar el asunto.

Saca conclusiones

Después de tratar el tema con respeto y calma, podemos ser capaces de ver qué hay detrás de estas notas. Quizá haya dificultades que hay que abordar, o desmotivación, o problemas con los compañeros, o pura vagancia. Pero de cualquier manera, saber lo que se esconde detrás del temido boletín, es realmente interesante en el camino hacia la búsqueda de soluciones.

 

Algunas personas se podrán preguntar, ¿y así lo tengo que hacer?, y ¿“se van de rositas con esas notas”? La respuesta es no, no “se van de rositas”, sino que tratamos de preparar el terreno  para que la conexión con nuestros hijos e hijas no se rompa, para que su motivación y autoestima condicione favorablemente el futuro estudio. Casi todo el mundo sabe que con el enfrentamiento se garantiza el fracaso a nivel escolar y emocional. En ningún momento les vamos a eximir de la responsabilidad que deben tener, pero tenemos que sentar las bases para que la puedan adquirir tras los “errores” cometidos durante el curso.

 

Por último indicar, que habrá niños y niñas, que lo hagas como lo hagas, decidan no estudiar,  ni ahora ni en el futuro. Sin embargo, el abordaje debería ser el mismo  porque no se pierde algo que nunca se iba a ganar, es decir de ninguna manera iban a estudiar y sí se gana conexión emocional con la familia, fundamental para el desarrollo y buena evolución de los niños y niña como personas y un futuro digno, con o sin estudios.