Con el Black Friday y Ciber Monday recién celebrados y con las Navidades a la vuelta de la esquina, estos días ir de compras o pasear por las calles principales de la ciudad resulta una tarea para un verdadero espartano. En el caso de Madrid, se está valorando la opción de plantar una señal que indique el sentido de la circulación de peatones. Sí, habéis leído bien, ¡de peatones! A pesar de que en Bilbao no lleguemos a tal extremo, durante estas fechas es posible que escuchemos quejas y veamos conductas inadecuadas en aquellos conductores que se atrevan a circular en coche alrededor de los comercios más visitados.

Una vez situados en contexto, desde el equipo de Centro Psicología Bilbao lanzamos la siguiente pregunta: ¿Cómo podremos regular y gestionar adecuadamente las emociones en momentos de estrés e ira intensos? En situaciones así todos somos ejemplo y modelo para los más pequeños, por lo que no es de extrañar que nos planteen preguntas como por ejemplo: “¿por qué ese conductor/a grita desde el coche?”, “¿por qué está dando golpes al volante?” o “¿por qué me estás gritando?”.

Es en la Disciplina Positiva y la Inteligencia Emocional donde podremos hallar las respuestas a dicha cuestión.

En concreto, conviene tener un entrenamiento previo o cierta experiencia en la regulación y gestión emocional. Si no os habéis iniciado ya, que no cunda el pánico, aun estáis a tiempo de comenzar. Para ello, os aconsejamos tener en cuenta las siguientes estrategias:

  • A nivel personal, saber identificar en cada momento qué emoción se está sintiendo y por qué.

  • Aplicar los mecanismos para regular la emoción y evitar que llegue al nivel máximo o al desbordamiento emocional. Estos serán muy personales, ya que en base a la experiencia de cada uno, sabremos qué actuaciones favorecen dicha regulación y cuáles no.

  • Realizar una pausa positiva para relajarse y actuar desde el autocontrol. Conviene ser sinceros con nosotros mismos y no juzgarnos al aceptar que en ocasiones podemos perder los papeles y dejarnos llevar por la emoción. En el momento en el que identifiquemos un aumento exponencial de la emoción, será cuando debamos actuar desde ésta estrategia.

De este modo conseguiréis controlar la situación y la emoción, además de ser un ejemplo para los pequeños de la casa y para aquellos curiosos que sigan con detalle el empleo de estas herramientas. Y lo más importante, terminaremos las compras con un estado de ánimo igual o mejor que con el que las hemos comenzado.

Equipo de Centro Psicología Bilbao