Estos días hablaremos un poco de divorcio con hijos. Creo que es un tema importante de cara a saber qué hacer y entender cómo puede afectar esto a los hijos. Así que vamos a ir poco a poco a poco. Hoy una pequeña introducción

En  primer lugar, decir que aunque hay diferencias entre los conceptos separación y divorcio, los vamos a tratar de la misma manera, ya que ambos implican situación de cambio en la familia.

El divorcio llega cuando una pareja, normalmente habiendo puesto todos los medios para evitarlo, decide emprender un proceso de separación que implica un cambio en sus vidas a muchos niveles. Es una experiencia amarga, no lo vamos a negar, pero ES UN PROCESO PARA CONSEGUIR UN FIN: resolver un conflicto que no encuentra salida de otra manera. Principalmente es una forma de DAR SOLUCIÓN  a un conflicto que ocurre entre dos personas.

El que un matrimonio “fracase”  no tiene por qué obstaculizar el triunfo de la pareja como padres. Este proceso doloroso supone un cambio muy importante al que todos se tienen que adaptar, pero no tiene que ser traumático para los niños, si se tiene en cuenta que el divorcio es la ruptura de una pareja y no de una familia.

Cualquier padre, madre, pareja, de cualquier condición está capacitada para llevar a cabo un proceso adecuado de divorcio para no dañar a los hijos. Ahora bien, estos cambios tienen claros efectos en la vida de la familiar y en concreto en la vida de los niños. Aquí empieza en gran trabajo de los padres para gestionar este día a día y evitar que este proceso se convierta en algo traumático para sus hijos.

                                                                                                  Virginia Rodrigo del Solar