La mayoría de las definiciones de cognición hacen referencia a la capacidad de analizar, ver, recordar, oír, establecer diferencias y semejanzas, y determinar la relación existente entre los diferentes elementos del mundo que nos rodea.

Alrededor de los 3 años, es cuando sobre la acción, primero predomina la representación mental a la hora de acceder al conocimiento de la realidad.

En la primera infancia, el desarrollo cerebral óptimo del niño es fundamental a nivel biológico y se ve directamente influido por la estimulación que recibe de su entorno. Las características de este desarrollo van a determinar aspectos tan importantes como la salud y el bienestar en general, así como la capacidad de aprendizaje en particular.

Debido a esto, que el niño se desenvuelva en un entorno saludable, y cuente con una estimulación cognitiva y emocional acorde a su nivel de desarrollo, le permitirá maximizar los procesos de aprendizaje y consolidar conceptos, dándose una transferencia positiva tanto en el plano académico como en los desempeños de la vida diaria.

En el caso de la infancia, la estimulación cognitiva es muy  importante debido a que el cerebro del niño se encuentra en  proceso madurativo y de alta modificabilidad producido por la influencia directa o indirecta de las muchas experiencias y nuevos conocimientos que tienen lugar en la vida del pequeño. Siendo así, la plasticidad cerebral a estas edades es máxima, dando lugar a la adquisición de nuevos aprendizajes y capacidades.

Para estimular cognitivamente a los niños, debemos ayudar a potenciar el nivel de competencias. Potenciar, pero no forzar; intentando minimizar aquellos factores que pueden perjudicar el desarrollo cognitivo como puede ser la alta exposición a dispositivos móviles o la nula estimulación cognitiva.

Mejorar los procesos de aprendizaje

Trabajar estas competencias, comprenden todas aquellas actividades que permitan estimular, desarrollar, mejorar y mantener las funciones cognitivas del niño, siendo uno de los objetivos principales mejorar los procesos básicos de aprendizaje como pueden ser:

  • Atención
  • Memoria
  • Funciones ejecutivas (Planificar y organizar una tarea, por ejemplo)
  • Lenguaje
  • Praxias o movimientos corporales

El coctel de estas áreas de aprendizaje consigue un mayor rendimiento a nivel biológico cerebral en el niño y también por influencia directa a nivel académico. Por otro lado, y no menos importante, la estimulación cognitiva en niños también consigue trabajar y reforzar muchas áreas de gran importancia individual y social como:

  • Activa el pensamiento, aumenta la creatividad y la imaginación
  • Mejora la autoestima, confianza y seguridad ante logros personales y escolares.
  • Mejora la capacidad motriz
  • Mejora las habilidades sociales.

En la infancia, la forma más sencilla y a la vez más completa de estimular cognitivamente a los niños es a través del juego. Aquí os dejamos algunos tipos de juegos que podéis utilizar con los peques para trabajar todas las áreas ya mencionadas, hay un sinfín de posibilidades.

1.Juegos de asociación: (Buscar semejanzas, asociar imágenes…)

2.Juegos para estimular el lenguaje: (Con un Kit de alfabeto, el ahorcado, palabra encadenada…)

3.Juegos para buscar las diferencias

4.Juegos de adivinanzas

5.Juegos de memoria

6.Juegos para trabajar la motricidad fina

7.Juegos de lógica

8.Juegos de orientación espacial