Con el ritmo frenético que llevamos en la vida, muchas veces nos escuchamos decir frases tipo: “No me da la vida”, o “no doy abasto”. En este sentido, existen numerosas leyes en relación al tiempo y a su aprovechamiento. En este artículo hablaré de cinco de ellas y lo que supone en la gestión del tiempo, información muy importante a tener en cuenta en entornos laborales y académicos.

1. El Principio de Pareto (Regla 80:20).

Según esta regla, el 80% del tiempo genera solo el 20% de los resultados y el 80% restante de los resultados se logra con solo el 20% del esfuerzo. Esto pone de manifiesto que se necesita PRIORIZACIÓN. En este sentido, en realidad el tiempo es el que es: no podemos alargar las horas del día. Sin embargo, sí podemos gestionar nuestras prioridades y tomar decisiones conscientes respecto a qué haremos y cuándo.

2. La ley de Parkinson.

Esta ley determina que cualquier trabajo se expande hasta agotar el tiempo destinado a que se haga. ¿Te suena? Básicamente viene a decir que si tienes 3 días para hacer una tarea, los dedicarás a esa tarea, y si al mismo tiempo tuvieses un solo día, lo podrías hacer en ese tiempo. Por ello, esta ley destaca la necesidad de CONCENTRACIÓN.

3. La ley de Perls.

El 70% de lo que nos preocupa ya ha ocurrido o nunca llegará a ocurrir. ¿Cuánto tiempo invertimos en los “y sí…”? Por ello, esta ley pone el énfasis en la necesidad de OCUPACIÓN. Es decir, en cuanto pase este será mi plan, etc. Ocuparse en lugar de pre-ocuparse.

4. La ley de Swoboda.

Esta ley dice así: “Cada persona está sometida a múltiples ritmos biológicos que deben ser tenidos en cuenta en la programación de las actividades”. Es decir, no todas las personas rendimos igual en los mismos momentos del día. Hay quienes se concentran mejor a primera hora de la mañana, y otras, por el contrario, a la noche. Por ello, cualquier planificación que hagamos del tiempo requiere que sea PERSONALIZADA.

5. La ley de Fraisse.

Según esta ley el tiempo tiene una dimensión objetiva y una subjetiva que es función del interés sentido por la actividad ejercida. Esto quiere decir que el paso del tiempo, aunque es objetivo en cuanto a que es medible, también se puede percibir de forma subjetiva. Por eso si estamos realizando una actividad que nos agrada, el tiempo se nos pasa volando. Por ello, es recomendable la MOTIVACIÓN en las cosas en las que hacemos.

Resumiendo, las leyes de la gestión del tiempo nos dan pistas de algunas necesidades que tenemos que cubrir para ser eficientes, las cuales son: priorizar ciertas decisiones o tareas, concentrarnos, ocuparnos, gestionar el tiempo de forma personalizada y buscar aspectos que nos motiven de las tareas para afrontarlas con más ganas.